Desde el inicio de la primavera, he ido pegada a mi macro. Es muy bonito descubrir los cambios que se producen en esta época a través del mundo de lo pequeño. Entre todos los ejemplares de flores que te puedes encontrar entre la hierba seleccionas una que esté en perfecto estado y seguro que te olvidarás del resto del mundo dedicándole plena atención.
El otro día salí a hacer foto de paisaje con otros amigos fotógrafos-amantes de la naturaleza. Se trataba de una puesta de sol, lugar fantástico. Llegamos con tiempo, fuimos estudiando localizaciones, y yo un poco colapsada ante la profusión de elementos y lo grande que era todo, dejé mi equipo, y me puse a observar, necesitaba poder organizar ese pentagrama saturado de notas.
Al final me busqué un rinconcito y empecé por el principio. Primero buscar un fondo, vale eso me gustó, fuera elementos, solo un lienzo, juego de color, contraste, frío y cálido.
Luego tocaba añadir elementos, primero uno
... y poco a poco más
Bueno perfecto, ya tenía la situación dominada, lista para sacar algo bueno ... una lástima que la función ya se había acabado, y las luces se apagaban. Otra vez será.
