miércoles, 2 de septiembre de 2015

Y pasa el tiempo

Y pasa el tiempo...


Y como dice la canción, "Las cosas parpadean y se mueven, y todo aquello que no tiembla no está vivo"


Bienvenidos los que regresáis, buen viaje para los que nos vamos ... maravillosas vacaciones.
A todos ... buenas fotos.



martes, 25 de agosto de 2015

Nueva mirada


Cada año me gusta visitar a los lirios de mar con una visión renovada. Este año me he inspirado en las aves, he buscado alguna similitud con su vuelo.

viernes, 10 de julio de 2015

Cambio de planes


¿Os ha pasado alguna vez? Tenéis la salida programada, sabéis lo que vais a fotografiar ... pero la inspiración ese día es tremendamente tozuda y os lleva por un camino totalmente distinto.


Quizá ese día lleves un montón de imágenes en tu tarjeta que tendrás que borrar ... o quizá no, es posible que eso te lleve a evolucionar, experimentar nuevos puntos de vista. El caso es que no movernos de la zona que controlamos nos llevará a hacer siempre lo mismo, seguro, pero posiblemente nos acabe resultando aburrido.


Si queréis lectura buena e inspiradora para este verano, aquí os dejo un par de enlaces:



lunes, 22 de junio de 2015

El Principito


Si alguien ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas. Se dice: " Mi flor está allí, en alguna parte...". Y si el cordero come la flor, para él es como si, bruscamente, todas las estrellas se apagaran. Y esto, ¿no es importante?

lunes, 15 de junio de 2015

Marinas

Tenía claro mi objetivo, en este caso mi modelo serían esas rocas con texturas y patrones con las que hacer distintas composiciones. Y estuve absorta buena parte de la mañana.








Y como muchas veces sucede, al girarme, otra sorpresa ... allí estaba el mar: colores, líneas, contrastes, movimiento y también calma.








¡Buena semana, y buenas fotos!

domingo, 7 de junio de 2015

Digitalis

Aunque son unas flores que me encantan, hacía mucho que no les dedicaba el tiempo que se merecen.


Poca lluvia y una primavera muy calurosa hacen que las flores desaparezcan de manera apresurada. Por ello me he afanado en aprovechar el tiempo. 


Tomas generales, imágenes  descriptivas, otras más cerradas y sin olvidarme de las abstractas y creativas.


Hasta descubrir patrones que me resultaron maravillosos. No debemos dejar de entrenar la mirada, el sujeto más familiar te puede sorprender y regalarte una sorprendente y quizá maravillosa imagen.



Si no has tenido oportunidad, no te pierdas el número 22 de la Revista LNH . También te recomiendo pasarte por El Paisaje Perfecto.
¡Os deseo una buena semana y buenas fotos!

sábado, 11 de abril de 2015

Islas Lofoten


La primera revisión de fotos de nuestra visita a las Islas Lofoten está completada y ya podemos hacer un pequeño resumen de nuestro viaje.

En esta ocasión Juan y yo hemos decidido hacer un texto común, para que no os aburráis leyendo en los dos blogs, aunque cada uno colgará sus fotos, con lo que podréis criticar el doble.

Este viaje ha sido largo, casi quince días de disfrutar y compartir pasión. Lo peor el largo viaje para llegar al norte, unos 3.200 Km. desde Palma de Mallorca, hubo que hacer noche entre vuelos tanto a la ida como a la vuelta, aunque se hizo muy llevadero.


El contacto con nuestro destino empieza en Bodø, donde llegó nuestro último vuelo y donde alquilamos el coche para nuestra ruta. Bodø no es una localidad espectacular, pero tiene casi todo lo que pueda necesitar un viajero, ¡incluido alojamiento asequible y con sopa de cortesía por la tarde, ideal tras una fría jornada de fotografía!. Bodø tiene también la mayor población de Pigargo Europeo (Haliaeetus albicilla) del mundo, con lo que todos los fanáticos de la fotografía de aves tienen una buena excusa para ir.

Para llegar a las Islas Lofoten partimos en el ferry que une Bodø con Moskenes, una de las entradas habituales a las Islas. De esta forma llegamos a la más meridional de las islas principales, Moskenesøya, donde nos alojamos cerca de la localidad de Reine, en la isla de Hamnøya.


El entorno nos pareció magnífico, y las encantadoras rorbuer (cabañas de pescadores) que salpicaban el litoral le daban un toque colorido y humano a un entorno sobrecogedor que lo hacía todavía más espectacular. El tiempo irregular en forma de inagotable lluvia y el encontrarnos continuamente grupos de fotógrafos nos hizo preguntarnos si habríamos acertado al escoger el destino de nuestro viaje. Normalmente nos gusta encontrarnos en comunión con la naturaleza, en la medida de lo posible alejados de las multitudes, lo que parecía no iba a ser posible.

Nada más lejos de la realidad, un par de treguas en la lluvia y poder alejarnos de las rutas habituales fueron suficientes para encontrarnos con la maravillosa naturaleza de estas islas.


Tras nuestra estancia de tres días en la isla de Moskenesøya, en la que disfrutamos calentando motores y desentumeciendo los instintos fotográficos, nos dirigimos a Ballstad, en la isla de Vestvågøya, donde nos alojamos cuatro días en una acogedora rorbuer que nos sirvió como una magnífica base de operaciones y donde nos trataron muy bien, especialmente nuestro anfitrión Yngvar, que nos homenajeó descorchando un Rioja, todo un detalle en Noruega.


Durante estos días, y prácticamente hasta el final, la lluvia dejó paso a un temporal de nieve. La única variación era el cambio de tipo de nieve, no llegamos a ver las decenas de formas que son capaces de diferenciar los esquimales, pero hubo para todos los gustos. Aquí pusimos a prueba el coche y lo acertado de escoger un 4x4, de otra forma no habríamos podido llegar a muchas de las localizaciones que visitamos, y mucho menos salir de allí. Abrir huella por caminos intransitables y llegar los primeros al alba a una playa nevada no tiene precio.


Aunque lo intentamos, todavía no habíamos “cazado” nuestra primera aurora, el tiempo seguía sin acompañar y, aunque estiramos la espera en algunas localizaciones sólo sirvió para algún ejercicio de fotografía nocturna y para hacer evidente la necesidad de comprar un buen gorro para resistir el frío y el viento nocturno.

A cambio, el tiempo dió un breve respiro, el suficiente para poder contemplar fugazmente el eclipse de Sol, que en estas latitudes fue casi total. Todo un regalo.


Desde Ballstad nos dirigimos a Svolvær, última parada en las Lofoten. 


La llegada fue un poco traumática, después de días de pueblecitos acogedores y parajes semidesiertos, llegamos a una pequeña ciudad muy activa, parada del ferry Hurtigruten, y fue como despertar de un sueño. Después de la aclimatación, Svolvær fue otra buena experiencia con la que nos volvemos en la mochila. 


Además, durante nuestra estancia pudimos ver uno de los espectáculos naturales más magníficos que existen, la Aurora Boreal, y que ahora estamos deseando poder ver otra vez.


Desde Svolvær nos dirigimos de nuevo a Bodø, esta vez saliendo por el norte a través de las islas Austvågøya y Hinnøya y, tras coger el ferry de Lødingen a Bognes, por la E6 hasta Fauske y desde ahí a Bodø. Este trayecto, sugerido por Rune, uno de los amables Policías de la Svolvær politistasjon, nos permitió variar nuestro regreso y de paso hacer una breve visita al parque nacional de Rago.


Ya sólo quedaba despedirse de nuestra estancia en Noruega, y como no podía ser de otra forma lo hicimos apretando el disparador hasta el último momento.


El periplo se salda con un total de 2292 Km. en coche, seis vuelos, 4 ferrys y un sinfín de buenas sensaciones y experiencias vividas. Sin duda un viaje para repetir.

Si queréis ver más fotos ya sabéis, visitad el blog de Juan.