domingo, 24 de julio de 2016

Campos amarillos


Amarillo, luminoso, optimista. Como los campos amarillos en primavera, el sol, los smile-buttons o los emoticonos. Parece un color muy adecuado para el verano y las vacaciones, ¿verdad?


Os dejo unos enlaces muy interesantes. Estoy segura de que pasaréis un rato muy bueno de lectura:




¡Buena semana y buenas fotos!

viernes, 15 de julio de 2016

Visita a las montañas de Rila

Durante nuestra estancia en Bulgaria la pasada primavera, no quisimos perdernos una visita a las montañas de Rila. Y realmente no decepcionó, fue una de las zonas que más nos gustó.


Primero quisimos hacer una visita al monasterio y por supuesto, al bosque que le rodea. Época de deshielo, comienza la floración, ya se intuían grandes contrastes que todavía se harían más patentes en la zona alta.


Por ello, estuvimos un par de días en la zona baja del monasterio, antes de coger de nuevo las mochilas y subir a la zona de los lagos.


Eso si, antes de coger el telesilla que nos subiría a la montaña, nos pasamos a recoger unas raquetas de nieve y unos bastones, ya que la previsión en la montaña era de mucha nieve. Realmente, en esta época del año, las variaciones de temperatura son bastante grandes, por ello nos vimos obligados a viajar con un poco de ropa para cada situación.


Así que, ya bien equipados, sacamos nuestra ropa de abrigo y subimos a la zona de la montaña. Queríamos hacer la ruta de los Siete Lagos, situada entre los 2100-2500 m de altitud. Aquí nos quedamos dos noches en un refugio de montaña, humilde, para gente acostumbrada a los ambientes "montañeros". Pero hay que decir que el personal que lo llevaba ha hecho lo posible por hacer nuestra estancia muy agradable.


Lagos helados, mucha nieve que nos obligó a utilizar las raquetas en algunos tramos. Una ruta muy poco transitada en esta época, los escasos visitantes que nos topamos fue en la zona próxima al refugio.


Y a la vez que estábamos en estas condiciones invernales, la primavera ya daba sus primeras señales.


Decenas, quizá centenas ... no, creo que miles de crocus cubrían grandes extensiones. Caminando entre la nieve, podíamos ver las manchas moradas que iban marcando nuestras paradas para fotografiar.


La naturaleza nos estaba ofreciendo un contraste impresionante que hizo que las horas se nos pasaran sin darnos a penas cuenta.


En estos dos días, tratamos de sacar el máximo partido. Ya que sabíamos que era una oportunidad única, seguramente tardaremos mucho tiempo en ver algo similar.


En medio de este inmenso tapiz morado, de vez en cuando aparecían algunos ejemplares de color blanco que todavía añadían más interés a la sesión fotográfica.


Buena semana y buenas fotos.