Tampoco está nada mal volver a casa y retomar tus hábitos, sentarte en tu sitio favorito y poner orden en tus archivos fotográficos a la vez que recuerdas las experiencias vividas.
Me he parado en estos reflejos porque de repente he pensado que son efímeros, basta que se levante el viento para que ya no los podamos ver.
La naturaleza que nos rodea, nosotros, tampoco somos eternos, y alguna vez la vida se encarga de recordárnoslo. Creo que eso debe influir de una manera positiva en nuestra forma de actuar.
Me doy cuenta de que estoy un poco melancólica, vuelta a casa, otoño y que he visto esta semana a una amiga en una situación muy difícil, por fortuna un susto con segunda oportunidad. Así que voy a celebrarlo con todos, os invito a un poquito de chocolate ¿apetece?
UUUUUUUmmmmmmmmmmmmmm!
ResponderEliminarCuando quieras y mas, viendo estas espléndidas imágenes. Bienvenidos a casa!!!
Me encantan las fotos!!! Y bueno...la del chocolate...me pierde!!!!! (cruellita...)
ResponderEliminarWow!!! sin palabras. Bss
ResponderEliminarPues que sepáis que yo de esta no probé, y es que había muchas y mejores.
ResponderEliminarHola Rosana. Esas fresas salvajes parecen muy apetecibles. Fabulosas todas estas imágenes, con los magníficos reflejos, y no los tenemos por aquí, tampoco esos ricos pasteles.
ResponderEliminarPreciosas Rosana! Esas casitas y sus reflejos parecen de cuento. Mmmm, no puedo creer que Juan no probara ese chocolate con fresas, ¿seguro que no te quitó ni un poquito?
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